lunes, 3 de enero de 2011

VIRGINIA WEIDLER


En 1940 se estrenaba en Estados Unidos “Historias de Filadelfia” donde, interpretando a Dinah Lord, la hermana de Tracy, se descubría como estupenda actriz de comedia una jovencita de trece años llamada Virginia Weidler. Pero para entonces Virginia ya era un rostro muy popular, y muy bien considerado, para el público cinematográfico americano.


Virginia Weidler nació el 21 de Marzo de 1927 en Eagle Rock (California) y era la pequeña de seis hermanos, hijos del arquitecto Alfred Weidler y la cantante de ópera Margaret Theres Louisa.

Ginny, como cariñosamente la llamaron siempre, debutó en la gran pantalla en 1931, a los cuatro años de edad, en “Surrender” junto a Warner Baxter, Ralph Bellamy y C. Aubrey Smith.  

Y siguió apareciendo en pequeños papeles antes de dar vida en 1934 a una de las niñas de “Mrs. Wiggs of the Cabbage Patch, dirigida por Norman Taurog. 

Papel  éste que le valió un contrato con la Paramount Pictures. Productora con la que rodaría dos de sus títulos más recordados.



En “Sueño de amor eterno” (1935), Virginia daba vida admirablemente a Mary, la protagonista de la película, a los seis años de edad. Dirigida por Henry Hathaway, Weidler compartió aquí reparto con actores como Gary Cooper, Ida Lupino o Donald Meek.

Y en “Girl of the Ozarks”, con tan sólo nueve años, corroboraba con creces sus grandes cualidades como actriz.


Un año más tarde vendría “La muchacha de Salem”, esta vez a las órdenes de Frank Lloyd y junto a nombres como Claudette Colbert y Fred Mac Murray.


Tras “The Outcast of Poker Flat”, volvió a ser elegida para trabajar junto a Gary Cooper, y un magnífico George Raft, a las órdenes de Henry Hathaway.

Virginia con Lucky, el perro de Henry Hathaway

Almas en el mar” se llamó la película y en ella Virginia destacaba, sobre todo, por una pequeña pero mágica actuación en la que salía disfrazada de india.


Tras un período poco fructífero en la Paramount, donde tan sólo parecían querer mantenerla como rival de Jane Withers, la entonces estrella infantil de la 20th Century Fox, Weidler fue contratada por la Metro Goldwyn Mayer, siendo relanzada así su carrera.


En este período coprotagonizó, a los once años y junto a Mickey Rooney, “Love is a headache” a las órdenes de Richard Thorpe.


Con otras productoras rodó después títulos como “Mother Carey’s chickens”, junto a Walter Brennan y Fay Bainter, “Scandal Street” y “Men with wings”, a las órdenes de William A. Wellman.


Para volver de nuevo a la MGM con “Out West with the Hardy”, de nuevo junto a Rooney y demostrando una vez más una más que natural actitud interpretativa.


Tras una serie de títulos a través de los cuales siguió afianzando su carrera cinematográfica, Virginia fue elegida por George Cukor para formar parte de uno de los mejores repartos femeninos de la historia del cine.


Norma Shearer, Joan Crawford, Rosalind Russell, Paulette Goddard, Joan Fontaine, Margaret Dumont y Hattie McDaniel, entre otras muchas, arropaban a Virginia, entonces con doce años, en el papel de la pequeña Mary.


Después vendrían títulos como “Bad little angel” o “Henry goes Arizona”, junto a Frank Morgan y Slim Summerville.


En 1940 llegaron otras dos grandes oportunidades para la joven actriz. En “El joven Edison”, dirigida por Norman Taurog y compartiendo reparto, una vez más, con Mickey Rooney, Virginia interpretó a su hermana Tannie…


Y en “El cielo y tú”, bajo la dirección de Anatole Litvak, Weidler coincidía con Bette Davis y Charles Boyer.


Ese mismo año, Virginia rodó “Gold rush Masie”, junto a Ann Sothern, Silm Summerville y Mary Nash, antes de revelarse como una pequeña gran actriz de comedia dirigida, una vez más, por George Cukor.


La película era, claro, “Historias de Filadelfia” y el personaje de Virginia, Dinah Lord, adorable, tal y como le decía su hermana Tracy en una de sus escenas.

Su divertida actuación en todo el metraje del film y, sobre todo, su genial interpretación al piano de "Lydia, the tattoed lady", forma parte importante desde entonces de la historia del cine.


La carrera de Virginia Weidler empezó a tambalearse en 1941 cuando la Metro Goldwyn Mayer contrató a Shirley Temple, otra gran estrella infantil que se había mantenido en la cumbre desde su aparición en 1932.


Pero, afortunadamente, Virginia fue dirigida entonces hacia la comedia musical, para la que tenía sobradas aptitudes, coprotagonizando, una vez más junto a Mickey Rooney, "Chicos de Broadway", película donde no sólo se lucía Weidler como una más que destacada bailarina sino que, además, sacaba también sus innatas dotes como actriz cómica.


Este musical, maravillosamente dirigido por el gran coreógrafo Busby Berkeley, reunía también en su reparto a Judy Garland, Donald Meek y Fay Bainter. Y a un exquisito elenco de bailarines que protagonizaron una serie de números que ya han pasado a la historia del musical americano.


Su papel en “Chicos de Broadway” le valió a Weidler otro más principal en “Born to sing” (1942), junto a Ray MacDonald y Margaret Dumont.


Y en 1943 protagonizó “The youngest profession” y “Best foot forward”, dos títulos dirigidos por Edward Buzzell que no pasaron de ser discretos.


Virginia decidió entonces dar un giro más rotundo a su carrera dirigiéndose al género musical del vodevil como intérprete de comedia de canto y baile, utilizando además su gran talento en el mundo de la mímica.

Debutó así en los escenarios en el John Golden Theatre con “The Rich full life”, pero la obra no tuvo suficiente éxito y cerró en un mes. Poco después, en 1945, Virginia se retiraba definitivamente del mundo de espectáculo.

Tristemente, el 1 de Julio de 1968, su corazón dejaba de latir a consecuencia de una dolencia cardíaca. Con tan sólo 41 años nos dejaba así una de las mejores actrices infantiles de la historia del cine americano.


Virginia Weidler rodó un total de 45 títulos cinematográficos. Trabajo con prestigiosos directores como George Cukor, Anatole Litvak, Norman Taurog, Jack Conway, George Stevens o Henry Hathaway.

Y junto a actores de la talla de Walter Brennan, Margaret Dumont, Cary Grant, Edward Arnold, Bette Davis, Mickey Rooney, Katharine Hepburn o James Stewart.

Destacó como gran actriz infantil junto a Margaret O’Brien, Jackie Cooper o Shirley Temple, si bien esta última tuvo una promoción a nivel mundial muy superior.


Pero Virginia también fue portada de revistas…


Y protagonista de múltiples artículos…


Incluso tenía su propia muñeca recortable que traía consigo los vestidos de las películas de la actriz.


Gracias de todo corazón, Ginny, por tu saber hacer y por tu mágico y valiosísimo legado cinematográfico. Y ten por seguro que seguiremos viéndote a través de tus películas.

15 comentarios:

Alicia dijo...

¿Síííí?, ¿estás escribiendo un libro sobre Brennan???. Pues te advierto que el 2011 es el año ideal para publicarlo, que lo sé yo.
Yo también he aprendido cosas que no sabía (bueno, a quién pretendo engañar: he leído cosas que no sabía). Menudo carrerón de niña.

Y alucino con el entusiasmo y brío que le ponía Micky Roonie al baile, qué barbaridad, cansa de sólo mirarlo.

Muy buen comienzo de año, Clementine

Clementine dijo...

Ah, genial, Alicia, pues entonces lo publico fijo en este año. En cuanto a Rooney, ya me conformaba yo con la octava parte de su energía...

Roberto Béjar dijo...

¡Vaya! Pues si que sería genial que pudieras publicar un libro sobre Brennan, uno de los grandes de la época dorada de Hollywood. Te deseo mucha suerte con el proyecto.

Como ya se ha comentado, de Virginia Weidler yo tampoco sabía nada hasta que leí tu entrada sobre "Historias de Filadelfia". Se rodeó de grandísimos actores en películas muchas de las cuales no conozco, pero que trataré de remediar poniéndome al día. Lástima que muriera tan joven.

Un fuerte abrazo y ¡¡feliz 2011!!

Roberto Béjar dijo...

Me lo tenía que haber imaginado, ¡seré ingenuo! He visto tu nombre relacionado con bibliografía sobre cine; en concreto un diccionario sobre estrellas de los 90. ¿Has escrito algún libro más? Si tienen la mitad de la calidad, trabajo y cariño por el cine que emana este blog, me iré haciendo con ellos. Fijo.

Clementine dijo...

Me has pillado, Roberto. Sí, ese diccionario lo escribí yo, hace ya unos añitos. Pero ese libro era un encargo y éste de Brennan es un proyecto ya personal. No, no he escrito más libros, desgraciadamente.
Gracias por tu confianza y por tu intención de hacerte con ellos. Besos muy, muy cinéfilos.

El Tirador Solitario dijo...

Apúntese un comprador más para ese libro sobre Brennan; adoro a ese tipo, ya sea en Río Rojo, Pasión de los Fuertes, Río Bravo, Tierras Lejanas e incluso en aquella de El abuelo está loco.
No sé si era Hawks quien decía que era imposible encontrar un filme en el que el bueno de Walter no estuviera bien.
Enhorabuena por el blog.

Clementine dijo...

Apuntado quedas, Tirador, todo un honor para mi. Ya no me queda otra que publicarlo sea como sea, con tantos compradores virtuales que me habéis salido.
Gracias por asomarte por aqui, te devolveré la visita, seguro. Un saludo.

Layna dijo...

Interesante como siempre todo lo que nos cuentas en este post. A mi esta actriz siempre me ha encantado.
¿Te das cuenta que has dicho en voz alta uno de tus objetivos de este año 2011? y no uno cualquiera, sino un gran objetivo; escribir un libro!!! pues ya no hay vuelta atrás, ahora lo tienes que hacer realidad en plan libro-libro ( me ha encantado este término) y de compradores no te van a faltar seguro. Yo me apunto también. Besos y ánimo con el libro. Feliz año Clementine

Clementine dijo...

Es que esta pequeña gran actriz es encantadora, Layna. Gracias por animarme también tú en mi primer gran proyecto del 2011. Tengo muchos más, no te creas.
Y que sea éste un feliz año para ti también donde además cumplas más proyectos personales de los que imaginas. Besos.

M. de Tejón dijo...

Posiblemente también sea mi actriz infantil favorita. Como creo haber comentado alguna vez, la conocia desde hace bastante tiempo y siempre he seguido su rastro. Sin duda fué la mejor actriz-cómica-showoman que ha habido en EEUU, con permiso del que pudiera sentirse de menos. Su predisposición ante la cámara, su mirada, irradiaban una alegria y una actividad contagiosa, el mero hecho de aparecer en escena te lleva irremediablemente a mirarla a ella. Era genial. También te animo desde aquí con esos libro-proyectos.

Clementine dijo...

Pues sí, M. de Tejón, era exactamente como la describes. Bien merece la pena que se la conozca en todo el mundo. Gracias a ti también por tus ánimos para mis libros-proyectos.
Lydia, the tattoed lady... Qué grande, Virginia.

Roberto Béjar dijo...

Me asomo otra vez por aquí porque acabo de volver a ver este fin de semana "Historias de Filadelfia", y le he prestado más atención a Virginia Weidler tras leer tu entrada.

Está genial. Uno de los momentos de la película es, como bien dices, cuando se presenta a la pareja de periodistas y se pone a cantar al piano con desparpajo “Lydia, the tattoed lady”, tema totalmente inapropiado para el personaje almibarado que se saca de la manga. Sensacional.

Clementine dijo...

Qué bien que te asomes por aquí otra vez, Roberto.
Sí, Virginia era sensacional, en esta película además se sale. Y si tienes oportunidad, mirátela en otras de su filmografía, porque es un actriz que no tiene desperdicio nunca, es de las que atrapan a la cámara. Maravillosa.
Un beso, Roberto.

David Cotos dijo...

La he visto en "El cielo y tú" y también en "Historias de Filadelfia" y me ha llenado los ojos. Que grande actriz.

Clementine dijo...

Sí que era grande, David C, desde muy pequeña además. Era maravillosa.