jueves, 12 de noviembre de 2009

Un chico llamado Jackie Coogan

Charles Chaplin vio por primera vez a Jackie Coogan bailando el “shimmy” (un popular baile de la época) en un vaudeville. Coogan sorprendió realmente a Chaplin con sus mímicas y movimientos. Y esto decidió al cineasta a incluirle como extra en su película “Un día de placer” (“A day pleasure”, 1919).


Jackie contaba entonces cinco años de edad y este pequeño papel le valió su pasaporte para la gran pantalla. En 1921, con su maravillosa interpretación en "El chico", Coogan conseguiría reconocimiento mundial.


John Leslie Coogan, Jr. nació el 26 de Octubre de 1914 en Los Ángeles (California). Hijo de actores de vaudeville, inició su carrera artística en el cine debutando en el film de Harry Beaumont “Skinner’s baby” (1917). A los cuatro años, apareció por primera vez en un teatro de Nueva York y a los cinco ya iba de gira con sus padres actuando en diferentes vaudevilles.

Tras su asombrosa revelación en “El chico”, Coogan apareció en otros títulos hoy ya clásicos como “Peck’s bad boy” (1921) y "Oliver Twist" (1922). Cuando hizo “Daddy” en 1923 era ya una de las figuras de Hollywood mejor pagadas, ganando a su vez millones para las productoras que le contrataban: First National, Universal o Metro Goldwyn Mayer.


Otros chicos iban a ver a Babe Ruth. Babe Ruth vino a verme a mí
(Jackie Coogan)

Jackie Coogan fue una de las primeras estrellas en tener un gran número de objetos referidos a él. Portadas de revista, silbatos, muñecos, figuras e incluso crema de cacahuetes.


Al cumplir doce años hubo que cortarle su característica melena, pues sus futuros papeles exigían un cambio en su fisonomía. Y la Metro Goldwyn Mayer filmó expresamente la película “Johnny get your hair cut” (1927) que recogía el “proceso histórico” de su corte de pelo. Tras este título, llegaron otros como “Buttons” (1927), “Las aventuras de Tom Sawyer” (1930), o “Huckleberry Finn” (1931).


Coogan se convirtió en el actor infantil mejor pagado de su tiempo con ganancias de más de cuatro millones de dólares. Cifra que, al llegar a la mayoría de edad, no pudo recibir pues sus padres se lo habían ya gastado casi en su totalidad. El padre de Coogan había muerto recientemente en accidente de tráfico y su madre se había vuelto a casar con el asesor financiero de la familia. El dinero que le correspondía al joven actor por derecho propio le fue negado por ambos.


A raíz de esto, nació en California la denominada “Ley Coogan” (Coogan Act), la cual protege, mediante dos medidas, a los niños artistas con el fin de no ser explotados. La primera es que el niño continúe sus estudios, regulando también así su jornada de trabajo. La segunda, que el 30% de sus ganancias ingrese en una cuenta a su nombre, de la que podrá disponer al cumplir los 21 años.

Esto se estableció una vez que Coogan llegó a la mayoría de edad, demandó a su padrastro y a su madre y ganó el pleito. Pero como en su caso el dinero ya había sido gastado, se les condenó sólo a pagar los 126.000 dólares de los costes del juicio.


En 1941, Jackie Coogan se alistó en el ejército de los Estados Unidos. Al regresar, encontró difícil su reincorporación a Hollywood. Tan sólo recuperó parte de su popularidad con las series de televisión “McKeever & the Colonel” (1962) y "La familia Adams" (1964-66), en el papel del tío Fester. En 1992 se hizo un remake de esta serie, donde se le ponía a una ferretería el nombre de “Coogan’s” en su honor.


Sin embargo, Jackie siguió apareciendo en títulos cinematográficos como “El camino de oro” (1956), “La máscara del dolor” (1957), “Un loco maravilloso” (1966), “Marlowe, detective muy privado” (1969) o “La soga de la horca” (1973). Y en múltiples series de televisión como “Alfred Hitchcock presenta”, “Perry Mason”, “El virginiano”, “Mis adorables sobrinos”, “Jim West”, “La tribu de los Brady”, “Centro Médico”, “Hawai 5-0”, “Barnaby Jones”, “Mamá y sus increíbles hijos”, “Ironside”, “Mc Millan y esposa”, “La ley del revólver”…

De hecho, Coogan no dejó de trabajar en el cine y la televisión hasta el final de su vida, rodando en 1984 “The prey”, título estrenado ocho meses después de su muerte.


En 1972, Coogan se reencontró con Charles Chaplin, que regresaba a Estados Unidos para aceptar el Oscar Honorífico que le otorgaba la Academia. Jackie era uno de tantos que esperaban al mítico Charlot en el aeropuerto de Los Ángeles. Y, pese a no haberle visto en décadas, Chaplin reconoció a Coogan inmediatamente.


Tras abrazarle, Chaplin se dirigió a la mujer de Jackie, que se encontraba a su lado, y le dijo: “No debes nunca olvidar que tu marido es un genio”.


John Leslie Coogan, Jr. nos dejó el 1 de Marzo de 1984. Pero Jackie Coogan, el inolvidable chico que dio también vida a personajes tan universales como Oliver Twist o Tom Sawyer, nos acompañará siempre.

Gracias, Jackie.

5 comentarios:

Cartelia dijo...

Vaya con lo padres explotadores de Coogan...a ellos sí que les llegó el hijo con el pan debajo del brazo (y el queso, y la butifarra..).
Como siempre, he aprendido mucho: yo me había quedado en El chico y desconocía su trayectoria posterior.
Gracias, chica

Clementine dijo...

De nada, buena mujer de extraño nombre.
¿A que merecía la pena saber más del mejor actor infantil del cine, según yo?
Como dijo en su momento Chaplin, un Charlot en pequeñito.

Wolffo dijo...

Caray, Clemmie, qué bonito artículo. Ha sido una sorpresa ver que el mismo chico esra el hombre mayor de aspecto tan familiar.
Interesantísimo, de verdad, llevaba unos días sin poder pasarme a leerte, y ahora tenía dos artículos atrasados.

Este es fantástico, me ha encantado, voy a por el siguiente.

Un beso que parezcan dos.

Clementine dijo...

Me alegro de que te haya gustado, Wolffo. Para mí este actor ha sido siempre muy especial desde que le vi por primera vez en "El chico". Es mi actor infantil favorito.
Pero aún no le he identificado de mayor, aunque he visto alguna de sus películas de adulto, como "La soga de la horca", un western de John Wayne. Y todavía le tengo que descubrir en "La familia Adams".
Poco a poco, me iré haciendo con su filmografía, que a mí me gusta coleccionar cosas que merecen la pena.
Dos besos que parezcan tres.

Jose Coogan dijo...

Vaya, no tenía ni idea de que "El chico" era el "Tío Fester" de la Familia Adams. Seguramente porque nuestra generación (o la mía al menos) pudo recuperar a los Monsters gracias a "La bola de cristal", pero no a los Adams.
La ley Coogan está fenomenal, pero no es muy práctica, ¿no? Lo digo por Macaulay, las gemelas de "Padres forzosos", el niño de "El sexto sentido"... Yo si tengo un hijo lo pienso explotar hasta que entre en vigor en España la ley Joselito.