martes, 29 de mayo de 2012

Star Wars: Episodio IV. Escenas de un mítico rodaje


El personaje de Luke Skywalker sufrió varios cambios en la mente de George Lucas. Incluso en un momento en el que la Princesa Leia llegó a ser suprimida del guión, se barajó la posibilidad de sustituir a Luke por una mujer. También fue planteada la idea de que los personajes principales fueran enanos.


El nombre original del personaje de Luke era Luke Starkiller y era el nombre que llevaba cuando comenzaron a rodar en Túnez. Más tarde, cuando el rodaje se trasladó a los Elstree Studios de Londres, Lucas lo cambió por Skywalker y sin problema alguno porque aún no había sido utilizado su apellido en las escenas ya filmadas.


En un principio, Lucas ideó el personaje de Han Solo como un enorme monstruo de piel verde sin nariz y branquias. Luego lo cambió por un humano negro llegando incluso a hacer un casting con varios actores negros, entre otros Billy Dee Williams, que aparecería más adelante en “El Imperio contraataca” y “El retorno del Jedi”. Tras esto, Lucas convirtió a Han Solo en un humano blanco, hizo otro casting



y el elegido fue Harrison Ford, sí,
lo más parecido al imaginado monstruo original…


Harrison no se aprendió deliberadamente sus líneas de guión en la escena de su genuina conversación con el intercomunicador en el bloque de celdas, por lo que en la película dicha conversación sonó mucho más espontánea.




Según Harrison Ford, él y Mark Hamill se comportaban en el rodaje de manera más informal cuando Alec Guinness no estaba presente…




Pero cuando Sir Alec se encontraba en el set de rodaje, Harrison y Mark eran mucho más profesionales.





Antes de elegir a Alec Guinness, Lucas había considerado al actor japonés Toshirô Mifune para el papel de Obi-Wan Kenobi.


George Lucas también consideró hacer una casting con actrices japonesas para el papel de la Princesa Leia, idea que finalmente desechó eligiendo para este personaje a Carrie Fisher.


Según Ben Burtt (uno de los genios del departamento de sonido de “La guerra de las galaxias”), los sonidos que emitía el personaje de Chewbacca se habían conseguido con la mezcla de varios de los emitidos por grandes mamíferos, principalmente osos.


Los sonidos de R2-D2 provenían de varias personas (en su mayor parte del propio Burtt) haciendo de bebé e incluso de grabaciones reales de bebés manipuladas electrónicamente.



La máscara que llevaba David Prowse para dar vida a Darth Vader tuvo que ser rellenada con espuma porque era demasiado grande para encajar correctamente sobre su cara.


Según cuenta George Lucas en una entrevista,
originalmente Luke Skywalker era una niña, Han Solo un extraterrestre
y R2-D2 y C-3PO iban a ser llamados A-2 y C-3.


En los proyectos anteriores de esta película, incluyendo los que se utilizaron para las lecturas de prueba, el planeta Alderaan era conocido como Organa Major. Aunque el nombre fue cambiado, Organa se mantuvo y se convirtió en el nombre de la familia adoptiva de Leia.





Gracias de todo corazón, George. Por creer tan firmemente en este maravilloso proyecto y compartir tu sueño hecho realidad con todos nosotros.

viernes, 25 de mayo de 2012

La guerra de las galaxias

“Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…”
En Agosto de 1973 se estrenaba en Estados Unidos con gran éxito “American Graffiti”, segundo largometraje como director de un entonces desconocido californiano de 29 años de edad que había debutado tras las cámaras en 1965 en el mundo del cortometraje (dejando un total de once títulos) y en 1971 en el del largometraje con “THX 1138”.


Hablamos, por supuesto, de George Lucas, uno de los más grandes genios cinematográficos de todos los tiempos. La exitosa acogida de “American Graffiti” le brindó al cineasta la oportunidad de presentar un nuevo proyecto para la gran pantalla que no fue otro que el de cierta película de aventuras espaciales.
Lucas, sin embargo, tuvo serios problemas en su intento de conseguir financiación para su nueva idea cinematográfica, pues la mayoría de los estudios (incluyendo la Universal y United Artists) sostenían firmemente que el público no iba a  estar interesado en ir a ver esta película.


Muy, muy afortunadamente para la historia del cine, la 20th Century Fox aceptó finalmente llevarla a cabo, debido en gran medida a las pinturas que sobre el proyecto de Lucas había creado previamente el artista conceptual Ralph McQuarrie y que sirvieron al cineasta para vender mejor su idea.


Geoffrey Unsworth había sido la primera elección de George Lucas como director de fotografía, pero Unsworth se hallaba comprometido en ese momento con “Un puente lejano” (1977), así que fue escogido en su lugar el británico Gilbert Taylor, quien había debutado en la gran pantalla en 1948 con “The guinea pig”  y ya nos había dejado su huella fotográfica en títulos como “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú”, “¡Qué noche la de aquel día!”, “Repulsión” o “La profecía”.


El más que original argumento, el maravilloso guión escrito por el propio cineasta y el impecable montaje de Richard Chew, Paul Hirsch  y Marcia Lucas, se complementaban perfectamente con una magistral dirección artística que firmaban Norman Reynolds y Leslie Dilley.


Y con una extraordinaria banda sonora de John Williams, un auténtico maestro en la materia. Aunque curiosamente Lucas había pensado en un principio utilizar para la película música clásica ya existente tal y como había hecho Stanley Kubrick en “2001: una odisea del espacio”…. Hasta que Steven Spielberg le presentó a John Williams, excepcional compositor con el que aquél ya había trabajado en “Loca evasión” y “Tiburón”.


Lucas y Williams se decidieron entonces por un estilo de música romántica del siglo XIX que llevara consigo el leitmotiv de la banda sonora. Dado que la película iba a mostrar mundos nunca antes vistos, la música debía hacer de ancla emocional para el espectador. Y vaya si lo hizo.

“Quiero ir contigo a Alderaan, ya nada me liga a este lugar. Quiero aprender los caminos de la fuerza y ser un Jedi como mi padre…”


Antes de ser escogido para ser inmortalizado en la pantalla como Luke Skywalker, Mark Hamill tan sólo se había asomado al mundo de la televisión, en el que había debutado en 1970 a través de series como “The Bill Cosby Show”, “Mamá y sus increíbles hijos”, “Canon” o “Las calles de San Francisco” y en diversos telefilmes.


Ese mismo año de 1977, Hamill dejaba “Con ocho basta”, serie en la que estaba trabajando en ese mismo momento y en la que tan sólo había hecho de David Bradford en el episodio piloto, por una “oportunidad” que le había salido bajo la dirección de George Lucas. Mark repetiría protagonismo bajo la apariencia de Luke Skywalker en “El imperio contraataca” y “El retorno del Jedi”.

“Han Solo, soy el capitán del Halcón Milenario… He vencido a naves estelares del Imperio…”

James Caan, Al Pacino, Jack Nicholson, Robert De Niro y Burt Reynolds rechazaron el papel de Han Solo. Y Kurt Russell, Nick Nolte, Christopher Walken, Chevy Chase, Steve Martin, Bill Murray, Robert Englund, Sylvester Stallone y Perry King hicieron una prueba para dar vida en la pantalla a este personaje. Lucas no quería elegir a ningún actor que hubiera trabajado antes con él y Harrison Ford lo había hecho cuatro años atrás en “American Graffiti”…


Harrison había debutado en la gran pantalla en 1966 (qué mono) compartiendo plano con James Coburn y a las órdenes de Bernard Girard en Ladrón y amante, participando después en series como “El virginiano”, “Ironside”, “El F.B.I”, “La ley del revólver”, “Kung Fu”…


Y en diversos telefilmes televisivos. Asimismo había trabajado ya con Michelangelo Antonioni en “Zabriskie Point”, con el propio George Lucas en “American Graffiti” o con Francis Ford Coppola en “La conversación”.


Muy, muy, muy afortunadamente para la historia del cine y… sí, para mí también, Harrison Ford llegó a hacer su prueba como Han Solo y fue entonces cuando Lucas se dio cuenta de que era el actor perfecto para este más que genuino personaje. Más adelante, Harrison nos seguiría deleitando a todos los niveles en “El imperio contraataca” y “El retorno del Jedi”.

“Ayúdame, Obi-Wan Kenobi, eres mi única esperanza”
Melanie Griffith, Farrah Fawcett, Glenn Close, Barbara Hershey, Diane West, Margot Kidder, Jessica Lange, Meryl Streep, Sigourney Weaver, Cybill Shepherd, Jane Seymour, Anjelica Huston, Kim Basinger, Kathleen Turner, Debra Winger y Geena Davis, entre muchas otras actrices, fueron consideradas para el papel de la Princesa Leia Organa.


Finalmente fue elegida Carrie Fisher, hija del cantante Eddie Fisher y de la actriz Debbie Reynolds, que había sido presentada dos años atrás en la gran pantalla en la película “Shampoo” (1975).


La guerra de las galaxias” fue el segundo título cinematográfico en su carrera y el personaje de Leia su pasaporte a la fama. También pudimos verla después en este mismo papel en “El imperio contraataca” y “El retorno del Jedi”.

“Obi-Wan Kenobi… Obi-Wan… Es un nombre que no había oído desde hacía mucho tiempo, mucho tiempo…”

Antes de elegir a Alec Guinness para el papel de Obi-Wan Kenobi, George Lucas había considerado a Peter Cushing, otorgándole finalmente a este actor otro personaje de la película.


Alec Guinness había debutado en el cine como extra en 1934 en “Evenson” y ya nos había dejado su extraordinario buen hacer en títulos como “Cadenas rotas”, “Oliver Twist”, “Ocho sentencias de muerte”, “El hombre vestido de blanco”, “El quinteto de la muerte”, “El puente sobre el río Kwai”, “Nuestro hombre en La Habana”, “Lawrence de Arabia”, “La caída del imperio romano”, “Doctor Zhivago”, “Cromwell”…


Muy, muy afortunadamente para la historia del cine, en el momento del rodaje de “La guerra de las galaxias” Alec Guinness se encontraba en Los Ángeles rodando “Un cadáver a los postres” (1975) y accedía al proyecto de Lucas creando así uno  de los personajes más memorables del Séptimo Arte…


Porque, como cabía esperar, Sir Alec fue para nosotros un elegantísimo y magistral Ben Kenobi.


Peter Cushing, otra leyenda de la gran pantalla, daba vida en esta historia al Gobernador Moff Tarkin. Cushing hizo su primer papel cinematográfico en “La máscara de hierro” (1939), título al que siguió una larga lista entre los que se encontraban “Hamlet”, “Moulin Rouge”, “La maldición de Frankenstein”, “El abominable hombre de las nieves”, “Drácula”, “El perro de Baskerville”, “La momia”, “Las novias de Drácula“, “Sombras de sospecha”, “La maldición de la calavera”, “Frankenstein creó a la mujer”, “El cerebro de Frankenstein”, “La carrera de la muerte”, “El monstruo”, “Drácula 73”, “La  bestia debe morir”…


Dentro de los inseparables C-3PO y R2-D2 se encontraban, respectivamente, Anthony Daniels y Kenny Baker, los dos únicos actores del reparto de esta primera película que iban a aparecer también en las otras cinco entregas que completarían la saga.


Anthony Daniels  había aparecido tan sólo en un episodio de la serie de televisión “Centre Play” (1976) cuando fue elegido para dar vida a C-3PO, personaje que originalmente fue diseñado al estilo del robot de “Metrópolis”, título clásico de Fritz Lang de 1927.


También en un principio, C-3PO iba a hablar a través de la voz de otro actor, pero a George Lucas le gustó la lectura que Anthony hizo de su papel, al estilo de un “británico y presuntuoso mayordomo”, y finalmente Daniels pudo doblarse a sí mismo.  


Kenny Baker, entonces actor cómico de variedades,  había debutado en la gran pantalla en 1960 en “Circus of horrors” y tan sólo había hecho una película más, “Wombling free”, cuando fue elegido como R2-D2.


Tras “La guerra de las galaxias”, Kenny apareció en otros títulos cinematográficos tan reconocidos hoy como “Flash Gordon”, “El hombre elefante”, “Amadeus”, “Dentro del laberinto”, “Willow” o “Crónicas de Narnia: el príncipe Caspian”.


Aunque ese mismo año intervino en “Simbad y el ojo del tigre”, Peter Mayhew debutó como actor en “La guerra de las galaxias” bajo la apariencia de Chewbacca.


Singular personaje éste que era una combinación de varios animales y al que Mayhew dio vida también en “El Imperio contraataca”, “El retorno del Jedi” y “Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith”. 
A Peter Mayhew y a David Prowse se les dio a elegir el personaje a interpretar, uno sería Chewbacca, el otro Darth Vader. Mayhew quería interpretar al bueno y Prowse al malo con lo que todo encajó a la perfección.

Todos tenemos un lado oscuro, así que es necesaria una lucha continua para hacer lo correcto. El lado luminoso es compasión y preocupación por los demás. El lado oscuro es codicia y egoísmo
(George Lucas)

“Te estaba esperando, Obi-Wan, por fin volvemos a encontrarnos. Ya se ha cerrado el círculo”


David Prowse debutó en 1967 en la gran pantalla como la criatura de Frankenstein de “Casino Royale”, dando también posteriormente vida al monstruo en “El horror de Frankenstein” y “Frankenstein y el monstruo del infierno”. Intervino además en “La naranja mecánica”  y en diversas series de la pequeña pantalla antes de meterse en la piel de Darth Vader en “La guerra de las galaxias”. Prowse también fue Vader en “El imperio contraataca” y “El retorno del Jedi”.


Darth Vader fue el primer personaje que Lucas creó para su historia. Su famoso traje fue diseñado por Ralph McQuarrie y estaba basado en  las túnicas utilizadas por los guerreros beduinos. Y su famosa respiración iba a haber sido, en principio, mucho más trabajada y rasposa. Finalmente esta respiración fue utilizada en “El retorno del Jedi”.

Completaban el reparto, entre otros, Phil Brown como tío Owen, Shelagh Fraser como tía Beru, Alex McCrindle en el papel del general Dodonna, Eddie Byrne como el general Willard


Y James Earl Jones como la voz de Darth Vader. Rostro ya popular de la pequeña pantalla, donde debutó en 1962 en la serie documental “Monitor”, Jones ya se había dado a conocer también en series de ficción como “Los defensores”, “Dr. Kildare” o “Raíces” y también había aparecido ya en títulos cinematográficos como “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú”, “Los comediantes” o “La gran esperanza blanca”. Un extraordinario actor al que también oímos a través de Vader en “El imperio contraataca” y “El retorno del Jedi”.

Curiosamente, Lucas pensó en un principio en Orson Welles como voz de Darth Vader, pero luego cambió de opinión ante la posibilidad de que fuera demasiado reconocible para el espectador.


James Earl Jones, por su parte, pidió específicamente no salir en los créditos por no considerarlo suficiente trabajo para ser remunerado y por ser ya por aquel entonces un prometedor actor y no querer encasillarse en esto. Suponemos que hoy llevará con orgullo el haber sido la voz de semejante personaje de la historia del cine.


El monstruosamente genuino Jabba the Hutt iba a aparecer en la película por encima del actor Declan Mulholland. Sin embargo, el efecto no fue el deseado y la escena fue desestimada hasta que la tecnología CGI (imagen generada por ordenador) permitió incorporarla en 1997 en la edición especial de la película.

Originalmente estaba previsto el estreno de la “La guerra de las galaxias” en las navidades de 1976 pero la post producción, sobre todo de los efectos especiales, lo retrasó más de lo esperado hasta cinco meses después.

Un efecto especial es una herramienta, un medio de contar una historia. Un efecto especial sin historia es una cosa bastante aburrida
(George Lucas)

A los ejecutivos del estudio les preocupó entonces que la nueva fecha de lanzamiento de la película le hiciera perder oportunidad de taquilla frente a “Los caraduras”, título protagonizado por Burt Reynolds que se estrenaba en esa misma semana.


El 25 de Mayo de 1977, hace hoy muchos, muchos años, 35 exactamente, se estrenaba “La guerra de las galaxias” (Star Wars), una extraordinaria producción de Gary Kurtz y George Lucas para la Lucasfilm Ltd. Production y 20th Century Fox  que se convirtió de inmediato en uno de los más grandes fenómenos cinematográficos de la historia del Séptimo Arte. En su carrera inicial a toda pantalla (se estrenó en 32 cines cuidadosamente seleccionados), “La guerra de las galaxias” recaudó dos veces más que “Los caraduras”.




Entre muchos otros premios y nominaciones, “La guerra de las galaxias” obtuvo el Oscar a la mejor dirección artística, diseño de vestuario, efectos visuales, montaje, sonido…


... banda sonora (John Williams) y un premio especial a los efectos de sonido para Ben Burtt por la creación de las voces de las criaturas y los robots. También fue nominada en los Premios de la Academia en las categorías de mejor película, director, guión original y actor secundario (Alec Guinness).


Candidata también a la mejor película extranjera en los Premios de la Academia Japonesa, obtuvo dos británicos Premios Bafta a la mejor música (John Williams) y mejor sonido, siendo además nominada en las categorías de película, montaje, diseño de vestuario y diseño de producción/dirección artística.


Los Globos de Oro la premiaron como mejor banda sonora, nominándola además como película,  director y actor secundario (Alec Guinness). Y John Williams fue galardonado, con total merecimiento, con 3 Premios Grammy: mejor album de banda sonora original, mejor composición instrumental y mejor interpretación instrumental.



La guerra de las galaxias” recaudó alrededor de trescientos millones de dólares y fue la primera película en proyectarse en Dolby Stereo con total éxito. Anteriormente habían utilizado también este sistema otras películas como “Rocky Horror Picture Show” o “Mr. Billion” pero con unos resultados desastrosos. 

El sonido es el cincuenta por ciento en una escena de acción
en una película
(George Lucas)


Una parte de los efectos de sonido para los motores del Halcón Milenario fueron grabados en una exhibición aérea en la convención anual de la Experimental Aircraft Association’s en Oshkosh, Wisconsin. Como agradecimiento, Lucas donó uno de los modelos del Halcón Milenario al EAA Air Museum.


Cuando se estreno en 1977, “La guerra de las galaxias” simplemente se tituló en el original “Star Wars” ya que iba a ser una película independiente. Las secuelas no fueron consideradas hasta que éste se convirtió en un film tremendamente exitoso. El título original de la película se amplió a “Star Wars: Episode IV – A new hope” más adelante con el fin de armonizarlo con los títulos de las siguientes entregas de la saga.


Lucas le añadió “Episodio IV” como homenaje a los seriales televisivos de los años 40, entre otros "Buck Rogers" o "Flash Gordon". La forma que tiene de aparecer el texto del principio de la película es también un homenaje  a los comienzos de los capítulos de estos seriales.


El secreto de las películas es que son una ilusión. Los sueños son sumamente importantes, nada se hace sin que antes se imagine
(GEORGE LUCAS)