miércoles, 16 de junio de 2010

¿Apartamento o motel?

Ayer, 15 de Junio, se cumplían 50 años del estreno en Nueva York de “El apartamento”, magistral título en la impecable filmografía del director Billy Wilder.


Maravillosamente protagonizada por Shirley McLaine y Jack Lemmon, dos actores fundamentales en la carrera de este director, el film contaba además con un brillante guión del propio Wilder y su inseparable I.A.L. Diamond.


A lo largo de su producción, datos más que curiosos. Como el que el nombre de Sheldrake (interpretado por Fred McMurray), el jefe de C.C. Baxter (Lemmon) en la trama, fuera utilizado por Wilder en otros dos de sus trabajos.

O el que la escena de la fiesta de Navidad en la oficina fuera rodada realmente el 23 de Diciembre de 1959 con el fin de captar un verdadero estado de ánimo prevacacional.


Y una serie de circunstancias anecdóticas alrededor de Shirley McLaine. Como el que la actriz tan sólo recibiera 40 páginas del guión porque Wilder no quería que supiera cómo se iba a desarrollar la historia.

O el que el abrigo de lana que lleva en algunas escenas Fran Kubelik, su personaje, perteneciera en realidad a Audrey Young, la mujer de Billy Wilder. O el que McLaine rodara su famoso cameo en “La cuadrilla de los once” ("Ocean’s eleven") durante una pausa en la filmación de “El apartamento”.


Aunque Adolph Deutsch aparece en los créditos como artífice de la partitura, el popular “Theme from the apartment” era en realidad “Jealous lover”, la pieza musical que el compositor británico Charles Williams creó en 1949.


En 1968, el autor teatral Neil Simon adaptó el guión de esta película como libreto para el musical “Promises, promises”, dando lugar al éxito “I’ll never fall in love again” de Burt Bacharad y Hal David. La obra de Broadway completó las 1.281 representaciones.

El apartamento” fue bien reconocida con cinco galardones en la ceremonia de los Oscar: película, director, montaje, dirección artística y guión. Tan sólo nominados fueron Jack Lemmon, Shirley McLaine y Jack Kruschen (este último como actor secundario), la fotografía y el sonido.


El film también obtuvo tres Globos de Oro a la mejor comedia, mejor actor de comedia y mejor actriz de comedia y una nominación al mejor director. Y el Festival de Venecia recompensó a Shirley McLaine por su espléndido trabajo y nominó el no menos brillante de Billy Wilder. Incluso la banda sonora de Adolph Deutsch fue candidata a los Premios Grammy.


He dicho que no tengo familia, pero no que mi apartamento esté vacío
(C.C. Baxter)

Hoy, 16 de Junio, se cumplen también 50 años del estreno, igualmente en Nueva York, de “Psicosis”, una de las películas más emblemáticas del no menos genial Alfred Hitchcock.


Última de las películas rodadas por el director en blanco y negro por doble motivo. Procurar abaratar lo máximo posible su producción y que no resultara, dada su temática, demasiado gore por rodarla en color.


Con el fin de mantener hasta el final el suspense de la historia, Hitchcock compró de forma anónima los derechos de la novela a Robert Bloch, su afamado autor. Con el mismo objetivo compró también el mayor número de copias de la novela que pudo.

Y el primer día de rodaje, el reparto y el equipo de la película tuvieron que levantar la mano derecha y prometer no divulgar ni una palabra de la historia.


Hitchcock retuvo, además, la información sobre la secuencia final del film hasta que aquélla fue rodada.

En la novela de Robert Bloch el personaje principal, Norman Bates, es bajo, gordo, mayor y de aspecto desagradable. Pero el director decidió convertirle en joven, guapo y simpático.


En definitiva, Anthony Perkins, que logró con esta caracterización la más auténtica y perdurable de su carrera.

Para el papel de Marion Crane, la confiada huésped del motel, fueron consideradas, entre otras actrices, Hope Lange, Piper Laurie, Lana Turner o Eva Marie Saint.


Cuando Janet Leigh fue elegida, Hitchcock le dejó claro que la había contratado porque era una actriz. Y que sólo la dirigiría si intentaba coger demasiada parte del pastel, si no cogía la suficiente o si tenía problemas para motivarse en su personaje.

La progresión de la actitud de Marion a lo largo de la película viene reflejada en detalles visuales de su personaje. En la escena inicial la vemos luciendo un sujetador blanco que nos la presenta como una mujer ingenua y “angelical".


Tras robar el dinero, aparece ante nosotros llevando un sujetador negro, porque ya ha manchado su correcta actitud. Del mismo modo, antes del robo tiene un bolso blanco, después el bolso es de color negro.


La actriz Janet Leigh sólo disponía de tres semanas para rodar esta película. Y  la totalidad de una de ellas se empleó en el rodaje de la famosa secuencia de la ducha.

Escena de 45 segundos que utilizaba 70 diferentes ángulos de cámara y que no implicaba en absoluto la presencia de Anthony Perkins. De hecho, mientras era filmada esta secuencia, Perkins se encontraba en Nueva York ensayando "Greenwillow", un musical de Broadway.


La idea original de Hitchcock era mantener la escena de la ducha en completo silencio. El compositor Bernard Herrmann no opinaba así y le presentó a Hitchcock su ambientación musical para dicha secuencia.

Alfred cambió inmediatamente de parecer llegando a declarar que "el 33% del efecto de Psicosis se debió a la música". Y no se equivocaba. Hoy, este fragmento musical es uno de los más reconocidos de la historia del cine.


La hoy famosísima casa de Norman Bates fue modelada en gran medida a partir de un óleo del pintor estadounidense Edward Hopper.

Fundamental también en “Psicosis” es su continua referencia al mundo de las aves. Como el que el apellido de Marion, “Crane”, signifique en inglés “grulla”.


O el que el hobbie de Norman Bates sea disecar aves. Por eso, no deja de ser curioso que fuera precisamente “Los pájaros” la siguiente adaptación a la gran pantalla del maestro del suspense.

Psicosis” fue galardonada con un Edgar Allan Poe a la mejor película y un Globo de Oro a la mejor actriz principal. En los Premios de la Academia se quedó tan sólo en cuatro nominaciones: director, actriz principal, fotografía y dirección artística. Y no hubiera estado de más haber reconocido el trabajo aquí de Anthony Perkins, vehículo conductor de esta intrigante historia.


Siento verdadero afecto y simpatía hacia Norman Bates. Creo que al igual que el público. Él no es un monstruo, es un hombre torturado. El verdadero secreto de “Psicosis” está en que contiene tragedia y terror
(Anthony Perkins)


¿El apartamento de C.C. Baxter o el motel de Norman Bates?

Dos geniales directores de cine. Dos carismáticos actores protagonistas. Dos perfectas actrices principales. Y, a su alrededor, destacados secundarios de lujo, impecables planos en blanco y negro y ambientación musical de primera.


En definitiva, dos auténticos clásicos de la historia del cine.

¿Y qué tal si nos quedamos con los dos?

sábado, 5 de junio de 2010

Una chica de oro llamada Rue

El pasado Jueves nos decía tristemente adiós Rue McClanahan, la inolvidable Blanche Devereaux de “Las chicas de oro”.


Y se reunía así, de nuevo, con Estelle Getty (la peculiar Sofía), que nos dejó hace dos años, y con Bea Arthur (la genial Dorothy), que se nos fue el año pasado.


Nacida el 21 de Febrero de 1934 en Healdton (Oklahoma), Eddi Rue McClanahan se graduó cum laude en la Universidad de Tulsa, con un título en alemán y otro en artes escénicas.


En la década de los 50 ya destacaba como actriz teatral de Broadway y, a partir de los años 60, comenzó a hacerse un rostro más que familiar de la pequeña pantalla en múltiples telefilmes y series como “Manix”, “Lou Grant”, “Vacaciones en el mar”, “Se ha escrito un crimen”, “Colombo”, “Murphy Brown” o “Ley y orden”.

Apariciones televisivas que combinaba con esporádicas intervenciones para la gran pantalla, como “Out to sea”, junto a Jack Lemmon y Walter Matthau, o “Dear God”, con Greg Kinnear de protagonista.


En 1985 Rue fue seleccionada para interpretar a la sureña Blanche, uno de los cuatro personajes de “Las chicas de oro”. Papel con el que conseguiría, como el resto de sus compañeras, un rotundo éxito en la pequeña pantalla.

Pero Rue ya había trabajado anteriormente con las actrices que daban vida en “Las chicas de oro” a Dorothy (Bea Arthur) y a Rose (Betty White).


Rue y Bea coincidían en 1972 en un único episodio de “All in the family”, serie donde Bea Arthur daba vida a Maude Findlay, personaje de gran éxito que le llevó a tener su propia serie, llamada sencillamente “Maude”, donde Rue McClanahan hacía ya un personaje fijo llamado Vivian.


Y con Betty White compartió Rue plató en “Mamma’s family”, serie rodada apenas dos años antes que “Las chicas de oro”.

Curiosamente, fue Betty la elegida, en un principio, para el papel de la sexy Blanche. Pero los creadores de “Las chicas de oro” decidieron, finalmente, cambiar el registro de estas dos actrices dándoles papeles distintos a los que habían representado anteriormente. Betty en “Mary Tyler Moore” y Rue en “Maude”.


Rue McClanahan fue tres veces nominada a los Globos de Oro por su impecable interpretación de Blanche, personaje que le llevó también a cuatro nominaciones más en los Emmy, galardón que obtuvo en 1987. También le fue otorgado el Golden Apple Award a la estrella femenina del año, premio que incluía también a sus tres “compañeras de piso”.

Piso que vuelve a compartir ahora Blanche con sus queridas Sofía y Dorothy. Desde aquí, os doy las gracias a las tres por habernos regalado tan maravillosos momentos de oro.


Ah, y no os preocupéis, chicas, por la buena de Rose. Os la seguiremos cuidando desde aquí abajo.


La gente siempre me pregunta si yo soy como Blanche. Y yo digo: Bueno, ella está obsesionada con el sexo, es egoísta, le vuelven loca los hombres, es una vanidosa belleza sureña de Atlanta… ¡Y yo no soy de Atlanta!
(Rue McClanahan)